El 18 de julio partimos de Washington con destino a Niágara.
Las cataratas de Niágara son un grupo de cascadas situadas en el río
Niágara, en la zona fronteriza entre Estados Unidos y Canadá. Situadas a
236 metros sobre el nivel del mar tienen una caída de 52 metros, lo que
las convierte en un fenómeno de extraordinaria belleza. Comprenden tres
cataratas: la catarata canadiense (Ontario), la catarata estadounidense
(Nueva York) y la catarata velo de Novia, más pequeña. Entre las
cataratas canadienses y las estadounidenses se encuentra la isla de la
Cabra (Goat Island).
En el camino paramos en el pueblo de Corning, famoso por sus vidrios (allí se hacían los azulejos que cubrían las cápsulas espaciales), donde almorzamos en el restaurante The Gaffer.
Una comida ligera y de mesón de carretera. Llama la atención las
colgaduras que en las calles recuerdan a los militares del pueblo
muertos en acciones de guerra. En esta nación se honra a los muertos.
Sobre las 18 horas llegamos a Niágara,
en el lado estadounidense. Por indicación del guía James, un
norteamericano de padre natural de Ohio y de madre colombiana,
visitaremos las cataratas antes de pasar la frontera canadiense con
destino a Toronto.
Cauce del río Niágara
Hemos de bajar al cauce del río Niágara para embarcar en un barco turístico que se acerca a las cataratas.
Maid of the mist
Es el Maid of the Mist (la criada de la neblina),
en el que hay que acomodarse como se puede dada la gran cantidad de
turistas a bordo y protegidos por un plástico transparente para evitar
empaparse del agua de las cataratas. Es un espectáculo que produce el
júbilo de los presentes y la admiración ante este fenómeno de la
Naturaleza.
Ocupantes del Maid of the Mist empapados
Irisación del agua de las Cataratas
Cataratas. Al fondo Niágara de Ontario
Cataratas del lado de los EEUU
https://youtu.be/7vzJr7qv2eI
https://youtu.be/7vzJr7qv2eI
El día 19 de julio nos despedimos del hotel Marriot, un imponente hotel frente a las Cataratas, con destino a Toronto.
Hotel Marriott
En el camino hacemos una breve parada para contemplar el carro aéreo español o Spanish Aerocar,
un cablecarril construido en 1916 a partir del diseño del ingeniero
españo Leonardo Torres Quevedo para el paso de viajeros.
Carro español
El aerocar se
encuentra suspendido entre dos puntos de Canadá, a pesar de que cruza la
frontera canadiense y estadounidense cuatro veces en un viaje completo.
La altura en su tramo central es de 61 metros (200 pies) sobre el río.
Su longitud es de 539 metros (1770 pies).
Poco después hacemos otra parada para ver el reloj de flores localizado en los Jardines Botánicos de Niágara Parks,
un espacio de unas cuarenta hectáreas donde se encuentra la Escuela de
Horticultura de Niágara Parks y el santuario de las mariposas. Es
precioso el reloj de flores, con un diámetro de 12,2 metros de diámetro y
donde dos veces al año se cambian las flores para mantener la belleza
del lugar.
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