domingo, 17 de noviembre de 2013

Iglesias, plazas y fuentes

Visitamos la iglesia de santa María de Minerva, la única iglesia gótica de Roma, regentada por los dominicos. Construida sobre un templo pagano dedicado a la diosa Minerva, se encuentra en la pequeña plaza MInerva, cerca del Panteón de Agripa, que hemos visitado. El templo debe su existencia a los dominicos, que recibieron la propiedad del papa Alejandro IV (1254-1261) construyendo una iglesia y un monasterio anejo. Esta iglesia se construyó entre 1280 y 1370, renovándose en la época barroca y luego restaurada en el siglo XIX con aspecto neomedieval.
En su interior está enterrada Santa Catalina de Siena (1347-1380) (excepto su cabeza que está en la iglesia de santo Domingo de Siena), doctora de la Iglesia y copatrona de Europa e Italia.
Enfrente de la iglesia está uno de los monumentos más curiosos de Roma, el Pulcino della Minerva, estatua diseñada por Bernini en el siglo XVII con un elefante como base que soporta el obelisco egipcio encontrado en el jardín de los dominicos. Es el más corto de los obelisco egipcios de Roma y parece que fue trasladado desde Sais, donde fue erigido en el reinado de un faraón conocido como Apries en el siglo VI antes de Cristo, y llevado a Roma por Diocleciano (284 a 305) para colocarlo en el templo de Isis que quedaba cerca.
Abandonamos la iglesia y pasamos por la plaza de san Ignacio, de Andrea del Pozzo, una plaza esencialmente barroca en la que confluyen diez calles, representando dos ríos. En ella está la iglesia de san Ignacio del siglo XVII. Lo más destacable es la falsa bóveda de Andrea Pozzo.
Y llegamos a la Fontana di Trevi, la más famosa de las fuentes monumentales de la Roma barroca. Un enorme gentío admira la obra de Bernini y Nicolás Salvi. Con varios proyectos, el encargo definitivo fue realizado por el papa Clemente XII a principios del siglo XVIII. La fuente está situada en el cruce de tres calles, donde terminaba el acueducto Aqua Virgo, que suministraba agua a Roma. Este acueducto fue destruido por los godos, por lo que durante la Edad Media, la ciudad no dispuso más que del agua de pozos contaminados y del Tiber también contaminado. En el siglo XV el papa Nicolás V reparó el acueducto, construyendo una simple pila, que se irá adornando en tiempos sucesivos, hasta dar con el diseño actual, uno de los lugares más visitados por los turistas, habiéndose llevado al cine (la película más famosa es "La dolce vita", en la que Anita Ekberg se baña en la fuente, invitando a Marcello Mastroianni a hacer lo mismo). Una leyenda asegura que los visitantes que arrojan una moneda a la fuente vuelven de nuevo a Roma. Se dice que se arrojan a la fuente unos tres mil euros diarios. Una fortuna.
El telón de fondo de la fuente es el palacio Poli, con una fachada gigante de pilastras corintias que enlazan las dos plantas. La escena se denomina domando las aguas, en la que dos tritones guían la carroza en forma de concha de Neptuno, domando sendos caballos de mar. En los nichos, flanqueando a Neptuno, la Abundancia vierte agua  y Salubridad bebe una serpiente. Encima unos bajorrelieves expresan el origen romano de los acueductos.
Tras admirar esta obra barroca, y pasar por la Universidad Gregoriana de Roma, donde han estudiado tanto el Obispo como Manuel Amezcua, volvemos en autobús a la residencia. La tarde ha sido agotadora, aunque con el descanso de los famosos helados o Gelati en la heladería Giolitti, famosa por su enorme variedad y gusto en la fabricación de sus famosos helados.
Iglesia de santa María de Minerva

Iglesia sta María de Minerva. Sepulcro sta Catalina de Siena

El Pulcino della Minerva

plaza de san Ignacio

iglesia de san Igancio con la falsa cúpula

Fontana di Trevi

Fontana di Trevi. Detalle

Fontana di Trevi. Detalle

Fontana di trevi. Detalle

No hay comentarios: