CARTAS DE LA CONQUISTA DE MÉXICO
POR
HERNÁN CORTÉS
Tenoctitlán |
"..Esta gran ciudad de Temixtitán está fundada en
esta laguna, y desde la Tierra Firme hasta el cuerpo de la dicha ciudad, por cualquier
parte que quisiesen entrar en ella hay dos leguas. Tiene cuatro entradas, todas
de calzada hecha a mano, tan ancha como dos lanzas jinetas. Es tan grande la
ciudad como Sevilla y Córdoba. Son las calles della, digo las principales, muy
anchas y muy derechas, y algunas destas y todas las demás son la mitad de
tierra y por la otra mitad es agua, por la cual andan en sus canoas, y todas
las calles, de trecho a trecho, están abiertas, por do atraviesa el agua de las
unas a las otras, e en todas estas aberturas, que algunas son muy anchas, hay
sus puentes de muy anchas y muy grandes vigas juntas y recias y bien labradas,
y tales, que por muchas dellas pueden pasar diez de caballo juntos a la par. E
viendo que si los naturales de esta ciudad quisiesen hacer alguna traición
tenian par ello mucho aparejo, por ser la dicha ciudad edificada de la manera
que digo, y que quitadas las puentes de las entradas y salidas nos podrían
dejar mori de hambre sin que pudiésemos salir a la tierra, luego que entré en
la dicha ciudad di mucha priesa a facer cuatro bergantines, y los fice en muy
breve tiempo, tales que podían echar trescientos hombres en la tierra y llevar
los caballos cada vez que quisiésemos. Tiene esta ciudad muchas plazas, donde
hay continuos mercados y trato de comprar y vender. Tiene otra plaza tan grande
como dos veces la ciudad de Salamanca, toda cercada de portales alrededor,
donde hay cotidianamente arriba de sesenta mil ánimas comprando y vendiendo;
donde hay todos los géneros de mercadurías que en todas las tierras se hallan,
así de mantenimiento como de vituallas, joyas de oro y de plata, de plomo, de
latón, de cobre, de estaño, de piedras, de huesos, de colchas, de caracoles y
de plumas; véndese tal piedra labrada y por labrar, adobes, ladrillos, madera
labrada y por labrar de diversas maneras. Hay calle de caza, donde venden todos
los linajes de aves que hay en la tierra, así como gallinas, perdices,
codornices, lavancos, dorales, zarcetas, tórtolas, palomas, pajaritos en
cañuela, papagayos, búharos, águilas, falcones, gavilanes y cernícalos, y de
algunas aves destas de rapiña venden los cueros con su pluma y cabezas y pico y
uñas. Venden conejos, liebres, venados y perros pequeños, que crian para comer,
castrados. Hay calles de herbolarios, donde hay todas las raíces y yerbas
medicinlaes hechas, así potables como ungüentos y emplastos. Hay casas como de
barberos, donde lavan y rapan las cabezas. Hay casas donde dan de comer y beber
por precio. Hay hombre como los que llaman en Castilla ganapanes, para traer
cargas. Hay mucha leña, carbón, braseros de barro y esteras de muchas maneras
para camas, y otras más delgadas para asientos y para esterar salas y cámaras.
Hay todas las verduras que se fallan, especialmente cebolas, puerros, ajos,
mastuerzo, berros, borrajas, acederas y cardos y tagarninas, hay frutas de
muchas maneras, en que hay cerezas y ciruelas que son semejantes a las de
España. Venden, miel de abejas y cera y miel de cañas de maíz, que son tan
melosas y dulces como las del azúcar, y miel de unas plantas que llaman en las otras y estas maguey,
que es muy mejor que arrope, y destas plantas facen azúcar y vino, que asimismo
vende. Hay a vender muchas maneras de filado de algodón, de todos los colores,
en sus madejicas, que parece propiamente alcaicería de Granada en las sedas,
aunque esto otro es en mucha más cantidad. Venden colores para pintores cuantos
se puden hallar en España, y de tan excelentes matices cuanto pueden ser.
Venden cueros de venados con pelo y sin él, teñidos, blancos y de diversos
colores. Venden mucha loza, en gran manera muy buena; venden muchas vasijas de
tinajas grandes y pequeñas, jarros, ollas, ladrillos y otras infinitas menras
de vasijas, todas de singular barro, todas o las mas vedriadas y pintadas.
Venden maíz en grano y en pan, lo cual hace mucha ventaja, así en el grano como
en el sabor, a todo lo de otras islas y Tierra Firme. Venden pasteles de aves y
empanadas de pescado. Venden mucho pescado fresco y salado, crudo y guisado.
Venden huevos de gallina y de ánsares y de todas las otras aves que he dicho,
en gran cantidad; venden tortillas de huevos fechas. Finalmente, que en los
dichos mercados se venden todas cuantas cosas se hallan en toda la tierra, que
demás de las que he dicho son tantas y de tantas calidades, que por la
prolijidad y por no me ocurrir tantas a la memoria, y aun por no saber poner
los nombres, no las expreso. Cada género de mercaduría se vende en su calle,
sin que entremetan otra mercaduría ninguna, y en esto tienen mucha orden. Todo
lo venden por cuenta y medida, excepto que fasta agora no se ha visto vender
cosa alguna por peso. Hay en esta gran plaza una muy buena casa como de
audiencia, donde están siempre sentados diez o doce personas, que son jueces y
libran todos los casos y cosas que en el dicho mercado acaecen, y mandan
castigar los delincuentes. Hay en la dicha plaza otras personas que andan
continuo entre la gente mirando lo que se vende y las medidas con que se miden
lo que venden, y se ha visto quebrar alguna que estaba falsa...”
Hernán Cortés |
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