lunes, 4 de noviembre de 2013

El monte Capitolino

Tras la visita a la iglesia del Gesú, pasamos por lugares renombrados como el Palacio residencia de Berlusconi, el mirador de Leticia Bonaparte, la plaza Venecia y el monumento a Victor Manuel II, el altar de la Patria, que domina toda Roma y que tanta controversia levantó en su construcción. Nos dirigimos al monte capitolino, la más pequeña de las siete colinas de Roma, pero la más importante, pues era el centro religioso de la ciudad; allí estaba el templo a Júpiter y en ella se celebraban la investidura de los cónsules y los triunfos de los generales victoriosos. Para ello hemos de ascender la enorme escalinata que nos lleva a la iglesia de santa María Araceli, regentada por los frailes menores,  y por la que los romanos sienten devoción especial, especialmente las que están en estado de buena esperanza, pues alberga una copia del santo Bambino del siglo XV de madera proveniente del huerto de Getsemaní y que fue robada en 1994 y nunca se recuperó. En un rincón, y como olvidado, una escultura de León X, el Papa que no supo ver el peligro que suponía Lutero con sus 95 tesis.
Al salir de la iglesia nos encontramos en el Campidoglio, plaza planificada por el genio de Miguel Ángel y sus colaboradores. En una esquina, antes de entrar, la escultura de la Loba amamantando a Rómulo y Remo. Y la plaza alberga el palacio Senatorio, donde se alojan las oficinas de la Alcaldía, y los museos capitolinos. En el centro de la plaza, la escultura en bronce de Marco Aurelio, conservada por confundirla con Constantino. Y para salir de la plaza hay que atravesar el espacio guardado por Castor y Pólux, los genios protectores de Roma. La historia y el arte se funden en un sentimiento de admiración hacia la belleza del lugar.

Altar de la Patria. Monumento a Victor Manuel II

Escalinata de acceso a la iglesia de santa María Araceli

Iglesia de santa María Araceli

Niño Jesús de santa María Araceli

Monumento a León X

Loba amamantando a Rómulo y Remo

plaza de Campidoglio

Marco Aurelio

Marco Aurelio


No hay comentarios: