Tras visitar los Museos Vaticanos, comida en el restaurante el Ciociaro, con rissoto, pizza margarita y macedonia de postre. Por la tarde nos alejamos de Roma para ir a las Catacumbas de san Calixto,
unos veinte kilómetros de galerias donde se enterraron a decenas de
mártires, varios pontífices y muchos cristianos. Su descubridor fue Giovanni Battista de Rossi (1822-1894)
en 1850, en la época del Papa Pio IX. Nos acompaña en el recorrido un
sacerdote salesiano, muy curioso en su pedagogía, con un humor un poco
chocante y llamativo. Don Manuel Amezcua preside la Eucaristía, con
lecturas de misa martirial. Vemos la tumba de santa Cecilia que presenta
una mano con tres dedos, como símbolo de la Trinidad.
Tras esta visita a los durmientes, vamos a ver una de las grandes Basílicas de Roma, san Pablo extramuros.
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