Al sol naciente |
El 10 de abril de 1912 iniciaba su viaje inaugural el transatlántico
británico TITANIC desde el puerto de Southampton y con destino Nueva
York. En él viajaban 2.223 personas. Construido en Belfast tenía los
últimos adelantos en comodidad y tecnología, pero solo portaba botes
salvavidas para 1.178 pasajeros. El 14 de abril, a unos 600 kilómetros
al sur de la isla de Terranova, chocó contra un iceberg. Durante dos
horas y media el barco se fue hundiendo gradualmente por la proa,
mientras la popa se elevaba. En la catástrofe se salvaron solo 710
personas. Los restos del barco se descubrieron el 1 de septiembre de
1985 a una profundidad de 3.784 metros. La película TITANIC de 1997, del
director James Cameron, recreó esta catástrofe marítima, teniendo como
protagonistas a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet. Un suceso que nos
habla de la fugacidad de la vida.
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