BAMBERG, ciudad protegida

10 de julio de 2014 

Bamberg. Ayuntamiento antiguo

Bamberg. Antiguo palacio episcopal

Bamberg. Jardín de rosas en el nuevo palacio episcopal. Al fondo la catedral

Bamberg. Plano nueva residencia episcopal

Catedral de Bamberg. Las cuatro torres

Catedral de Bamberg. Interior

Catedral de Bamberg. El jinete blanco

Tumbas de Enrique II y su esposa santa Cunegunda

Tras dormir en Erfurt, en el hotel Intercity, con cielos nublados y grises, aunque sin lluvia, iniciamos el camino hacia Bamberg, en el estado de Baviera.

Bamberg, con unas setenta mil habitantes, tiene un casco histórico declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1993. Ciudad imperial y episcopal, tiene varias curiosidades especiales: La Catedral, La antigua y Nueva residencia de los obispos y el Ayuntamiento antiguo construido sobre la orilla izquierda del río Regnitz, que atraviesa la ciudad.

Tenemos dos guías, Anneke Groot y Michael Knobel. Anneke Groot es una chica holandesa que habla bien el español pues vivió 11 años de su infancia en las Canarias. Vino a estudiar alemán a Bamberg y se quedó aquí. Es una ciudad que atrae.

El recorrido empieza por la ribera del río hasta llegar al puente sobre el que está el edificio del antiguo Ayuntamiento, una de las imágenes más conocidas de la ciudad.

Después vamos al castillo palacio de los obispos -es ciudad católica- . Junto a esta residencia está la nueva en la que destaca el jardín de rosas, de una belleza singular.

Posteriormente vamos a la Catedral, catedral imperial de estilo románico-gótico con dos presbiterios y cuatro torres. El interior expresa la evolución del románico al gótico, con los dos presbiterios muy elevados. Destaca la escultura del famoso jinete de Bamberg, tallada en el primer tercio del siglo XIII, situado en una pilastra del coro oriental. El caballero, de carácter regio, mira a un lado con porte señorial, encarnando las cualidades de la nobleza germánica de la época. El caballo está embridado y lleva un arnés decorado, con herraduras en los cascos, siendo la primera vez que aparece la herradura equina en el arte. Parece que la escultura en origen estaba policromada, aunque ahora tiene un aspecto blanco. Junto a esta figura, se encuentra la tumba de Enrique II y su esposa santa Cunegunda (vivieron a principios del siglo XI), obra de Tilman Riemenschnerder, que la esculpió a principios del siglo XVI.

Se cuenta que el matrimonio de Enrique II y santa Cunegunda fue de carácter espiritual ("matrimonio blanco"), sin llegar a tener relaciones sexuales por mutuo acuerdo. Sea o no cierto, la verdad es que no tuvieron hijos. Ambos son considerados santos por la Iglesia Católica. Es creencia popular que la ciudad, que salió casi indemne de la Segunda Guerra Mundial, contó con la protección de santa Cunegunda, procurando que las bombas de los aviones aliados no cayeran sobre la ciudad.

También alberga la catedral la tumba de Clemente II, obispo de Bamberg y Papa de Roma entre 1046 y 1047, siendo el único papa enterrado al norte de los Alpes.